13º Capítulo: 'Soy un cobarde'

Entré en el baño y vi a Niall con los ojos llorosos. Lo abracé.
-¿Qué te pasa?- Pregunté.
-Nada, no es nada, en serio. Vamos junto los chicos.- Dijo sonriendo y secándose las lágrimas.
-No me digas que no te pasa nada cuando te acabo de escuchar llorar y te estoy viendo.- Dije.
-Mira...Cuando salgamos de casa te lo cuento, quiero que estemos solos, ¿vale?- Pidió.
-...Vale...-Dije.
Nos dirigimos al salón dónde aún seguían los chicos.
-¿Os quedáis a ver una peli?- Preguntó Zayn.
Niall y yo nos miramos.
-No, mejor mañana, que hoy ya estamos cansados.- Respondí.
-Sí, la voy a acompañar a su casa y ya vuelvo.- Dijo Niall.
-Vale tortolitos, pasarlo bien.- Dijo Liam en tono chistoso.
Nos despedimos y salimos de la casa.
-¿Puedo llevarte a un sitio muy especial para mí? Y allí...te cuento todo...-Dijo.
-Me parece bien.-
Caminamos un montón, hasta que llegamos a una caseta pequeña.
Niall abrió la puerta y nada más abrirla había un salón desordenado y una televisión antigua, creo que no había nada más en toda la casa.
-¿Qué es esto?- Le pregunté.
-Es mi segunda casa, bueno, aquí es a donde vengo cuando estoy mal. Coraline yo...a ver...Me ha costado mucho coger confianza en la gente y a veces cuando estoy mal no se lo cuento a los chicos, ni a nadie, y vengo aquí y me desahogo...
-Cuéntame.- Dije
-Estos días he estado un poco mal y cada vez va a más, contigo es con la única persona que estoy bien. Estoy así por que...yo...-
-¿Tú...?
Niall suspiró y dijo:
-He recaído.-

Lo miré y vi que se le caía una lágrima. Se sentó en el sofá y yo a su lado, lo abracé y le dije que no pasaba nada y que me enseñara sus cortes. Se sacó las pulseras y pude ver toda su muñeca llena de cortes.
-Lo siento, te he dicho a ti que no lo hagas y lo he hecho yo, soy un cobarde.-Dijo.
-No, no eres un cobarde, eres una persona como todas las demás y yo te voy a ayudar, ¿vale? ¿Por qué lo has hecho?-
Niall me miró.
-Por ti, por eso soy un cobarde. Pienso que no soy lo suficiente para ti, que te mereces algo mejor y que yo no sirvo para nada. Cuando entré en tu casa aquella noche y vi que te estabas cortando pensé que  no sirvo para apoyarte y que no sirvo para estar a tu lado, protegiéndote. - Dijo.
-Niall...no...no eres un cobarde, de aquello ya hace semanas y estoy bien, estoy bien gracias a ti. Yo soy la cobarde por dejar que pensaras eso, yo soy la que no se debía haber cortado.-
-Soy un gilipollas, lo siento, no debí haber hecho esto.-
-Claro que no, pero da igual, lo pasado, pasado está. Y ya no pasa nada, estoy aquí ¿vale? Cada vez que lo vayas a hacer piensa en mí, en que me tienes aquí.- Dije.
Niall me besó.
-Te lo prometo pequeña.-Dijo con una sonrisa y secándose las lágrimas.
Nos cogimos de la mano y me llevó a mi casa.
Se despidió de mi en la puerta con un beso y preguntó:
-¿Mañana te apetece venir a vernos ensayar?-
-Me encantaría, mañana estaré allí.-
-Vale, bien, mañana nos vemos.- Dijo mientras se alejaba.