-Coraline...no...- Escuché. Me giré y vi a Niall apoyado en la puerta de mi cuarto.
-¿Cómo has entrado aquí?- Pregunté.
-Te dejaste la puerta de atrás abierta.- Contestó.- Te he mandado mensajes y no has contestado, así que supuse que estarías mal.-
'Mierda, no me di cuenta del móvil' pensé.
-Esto...Estoy bien, en serio, no te preocupes.- Dije con una falsa sonrisa con lágrimas en los ojos y bajándome la manga de la sudadera para esconder los cortes.
-Ya claro, he visto como lo hacías Coraline.- Dijo.
Empecé a llorar y a sentirme como una mierda. Niall se acercó y me abrazó.
-No es fácil. No lo aguanto más. Quiero morirme.- Dije entre lágrimas.
Niall me besó en la frente, me levantó y me llevó hasta el baño.
-Vamos a lavarte ese brazo, ¿vale?- Me dijo mientras abría el grifo.
Mientras me metía el brazo debajo del agua caliente yo lo miraba.
-¿Cómo lo hiciste?- Le pregunté.
-¿Cómo hice el qué?-
-¿Cómo fuiste capaz de empezar una nueva vida después de todo lo que te pasó?-
-Fue difícil...Pero lo acabé consiguiendo, no sé como lo hice la verdad. - Contestó mientras me secaba el brazo y me ponía una venda.
Me llevó hasta la cama, dónde nos sentamos.
Me abrazó.
-Perdón por hacerte pasar esto.- Dije sollozando.
-Eih, no llores, no tienes que pedir perdón, estoy aquí para lo que sea, ¿vale?- Dijo, y después me besó.
Estuvimos un largo rato hablando y contando cosas graciosas. Cuando se reía era lo mejor del mundo, su sonrisa era perfecta.