Me levanté del suelo y bajé las escaleras. Miré por la mirilla y ví el rostro de Niall.
Tenía que pensar rápido: ¿Le abría la puerta o no?
Decidí no hacer nada, me quedé quieta apoyada en la puerta y sin hacer ruido, para que pensara que no había nadie.
-Sé que estás ahí, te ví salir de clase corriendo hacia tu casa.- Escuché.
Yo seguí callada, apoyada en la puerta y llorando.
-Bueno, entiendo que no quieras ver a nadie, pero al menos cógeme el telefono, por favor. Adiós, te quiero, y quiero que estés bien.- Le oí decir.
Volví a mirar por la mirilla y ví como se alejaba.
Yo me dejé caer la suelo llorando y encendí el móvil y ví unas 15 llamadas perdidas de él.
Subí a mi habitación y ví que me estaba llamando. Me calmé y le cogí.
No dije nada, el tampoco, estuvimos unos 2 minutos en silencio.
-Coraline, siento mucho esto que te pasa pero...- No le dejé acabar la frase.
-Cállate. No digas que sientes lo que me pasa por que no tienes ni idea de lo que es, no sabes lo que se siente al ver como tu vida se va a la mierda y no sabes que hacer para que vaya mejor, por que en el fondo sabes que hagas lo que hagas va estar igual. Así que te voy a decir una cosa que seguramente te estás preguntando: Sí, me he vuelto a cortar, sé que te lo prometí, pero Niall, soy incapaz de prometer esas cosas. Así que mira, yo no quiero hacerte daño, no quiero que tú estés mal por mi culpa y que me tengas que aguantar así, te mereces a una chica normal, con problemas normales que tienen solución, y no a esta mierda de persona que lo único que hace es hacerle daño a la gente. Yo soy la que lo siente ahora, siento hacerte esto, no es por que no te quiera, te quiero y mucho, como nunca he quierido a nadie en este mundo, eres el único que me hace feliz y que hace que me olvide de mis problemas. Pero no puedo dejar que estés a mi lado, por que va ser malo para tí. Así que lo siento de verdad. - Le dije entre lágrimas.
Se quedó un rato en silencio.
-Coraline...si lo que quieres es eso, contra eso no puedo luchar, es tu opción...te quiero muchísimo...- Dijo entre lágrimas.
Colgué.
Me tumbé en la cama a llorar.
A las 22:00 llegó mi madre.
-¡Coraline! ¡Ya estoy en casa! ¡Voy a hacer la cena te aviso cuando esté!- Gritó desde abajo.
Al cabo de un rato volvió a gritar mi nombre, me lavé la cara para que no viera que estuve llorando y bajé a cenar.
-Hola cariño, ¿Qué tal el día?- Me preguntó dándome un beso.
-Bien mamá.- Mentí con una sonrisa.
Me serví poca comida, como de costumbre.
-Ultimamente comes muy poco.- Rechistó mi madre.
-Es que hoy no tengo hambre, estoy cansada.-
Acabé de cenar. Me encontraba fatal y sin que me viera mi madre fuí al baño a vomitar.
Subí a mi habitación y me acosté. No daba dormido, no paraba de pensar en Niall y en el daño que seguramente le había hecho. Me odié aún más todavía por eso.
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