Me pasé la noche llorando, casi no dormí, como mucho 2 horas. Me desperté y me cambié. Me puse unas cuantas pulseras para que no se me notaran los cortes y fui al instituto. Esta vez más pronto de lo normal, por lo que no me encontré a los chicos que no me dejaban en paz. Entré a mi primera clase, era la de biología, en esa clase estábamos pocos, y no estaban aquellos estúpidos niños. Pero en esa clase si que estaba alguien especial. Estaba el chico del que llevaba mucho tiempo enamorada, pero claro, ¿Cómo se va fijar en mi alguien tan guapo como el? Era rubio y de ojos azulados más o menos. Era inalcanzable para mí.
Se sentó a mi lado, no me lo creía.
-Hola, ¿Tu eres Coraline, verdad?- Me dijo.
Yo no sabía su nombre, de hecho nunca había hablado con el, no sé de que me conocía.
-Si...soy yo.- Dije con voz tímida y un poco sonrojada.
-Encantado, yo soy Niall.- Dijo él con una sonrisa.
Me encantaba su nombre.
-¿Me puedo sentar aquí a tu lado?- Preguntó.
-Claro, siéntate, total, nadie va querer sentarse aquí a mi lado.- Dije.
-¿Y por qué no? Eres una chica guapa y no tienes nada de malo.- Me dijo.
Yo me sonrojé un poco. De repente entró el profesor.
- Después me cuentas, que ahora empieza la clase.- Me dijo en bajo.
¿En serio? ¿Quería que le contará mis problemas? Yo no lo quiero agobiar.
Me pasé toda la clase pensando en que le iba decir después. Por que claramente no le iba a decir que me pegaban, que me insultaban o que no quiero vivir más.
Acabó la clase y salimos los dos al pasillo.
-A ver, cuéntame¿Por que estas así de triste?- Me dijo.
De repente aparecieron los niñatos de siempre.
-¡Ei! Mira, ¡que la fea esta esta con un chico! Pobre chaval, no sabe que está haciendo con su vida...-Dijeron.
-¡Adiós tonta!- Dijo uno mientras me empujaba.
Me caí al suelo y se me cayeron todos los libros que llevaba en la mano. Empecé a llorar, y para que Niall no me viera fui corriendo al baño y dejé los libros allí en el pasillo, dónde se habían caído.
De repente petaron en la puerta del baño, yo no dije nada, pero entró alguien. Era Niall, y venía con mis libros.
Se sentó a mi lado y me dijo:
-Así que es eso lo que te pasa ¿No? Que se meten contigo...-Me dijo mirándome a los ojos. Los que yo tenía llenos de lágrimas.
-Me hacen la vida imposible.- Dije llorando.
Niall me acurrucó junto suya y mientras me acariciaba el pelo me decía:
-No llores, ya verás, todo va a cambiar, estoy aquí para lo que sea ¿Vale?-
-¿Y cómo lo sabes? ¡Es imposible que esto cambie, no tengo a nadie, no soy nadie, solo una estúpida niña tonta y gorda que no pinta nada en este mundo!- Le dije llorando.
-Por que estoy yo aquí.- Dijo Niall.
Y de repente me besó en los labios.
No me esperaba eso.
-Vamos anda, que tenemos clase.- Me dijo ayudándome a levantarme del suelo.
Me lavé la cara y salí del baño.
Cada uno nos fuimos a clases distintas y no lo vi más en todo el días. Pero mañana tenía clase de Biología, así que lo iba volver a ver.
Al acabar las clases me fui a casa, lo más pronto que pude, como siempre para que no me viesen. Pero alguien se me cruzó en el medio del camino. Era Niall.
-Perdón por sorprenderte así pero...¿Te doy mi número y hablamos?- Dijo.
-Vale.- Respondí.
Nos dimos los números y me acompañó hasta casa.
Se despidió de mi en la puerta de mi casa, con un beso.
Entre.
-¿Que tal hoy en clase?- Dijo mi madre, como de costumbre.
-Pues muy bien la verdad- Respondí.
Hoy si que había estado bien en clase. Excepto por el numerito que los otros me habían hecho en el pasillo.
No me podía creer nada de lo que me había pasado con Niall ese día.
martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 30 de diciembre de 2013
1º Capítulo: 'No lo aguanto más'
7:00 de la mañana. Suena el despertador. Empieza otro día de mierda, como siempre. Toca levantarse, ducharse, vestirse e ir a esa cárcel a la que llaman 'instituto'.
Hice todo lo que tenía que hacer y salí de casa.
Camino por las calles con miedo a que me vean mis compañeros de clase y me gasten una de sus 'bromas'. Me voy escondiendo entre atajos que encuentro, pero a veces es inevitable no encontrármelos...
-¡Eih!¡Fea!¡Gorda!¿A dónde vas con esas pintas? ¿Al instituto?- Se escuchó una voz.
No sé de dónde venía, pero no me paré a mirar, seguí para adelante.
-¡Que coincidencia! Nosotros también vamos.- Se oyó otra voz. Esta vez más grave.
Intentaba no hacerles caso, pero con cada palabra yo me ponía más nerviosa y empezaba a caminar más rápido.
-¡No corras!No te vamos hacer nada...- Dijo otra voz distinta, riéndose.
Empecé a correr hasta llegar al instituto, y al llegar me encerré en un baño y empecé a llorar.
No soportaba aguantar eso. Todas las mañanas lo mismo, es horrible.
Me lavé la cara y salí del baño para ir a mi primera clase.
- Señorita Coraline, que sorpresa, como es de esperar llega usted tarde.- Me regañó mi profesor.
- Perdón, me he quedado dormida.- Mentí.
-Siéntese por favor.-
Me senté en la primera mesa, la única que quedaba libre. Se escucharon risas y la gente me empezó a mirar. Se estarían burlando de mi, como siempre.
El profesor se pasó toda la hora explicando, yo no entendía nada pero nunca preguntaba, por miedo a que se rieran de mí.
'RIIIIIIIIIIIIIING'
Sonó el timbre, lo que indicaba que tenía que irme a otra clase.
Por el pasillo choqué con uno de los niños que siempre me insulta.
-¡Mira por dónde vas gorda!- Dijo mientras me empujaba contra la pared.
'Gorda': Esa palabra, siempre me la dicen, siempre me lo llaman. He dejado de comer un poco, no mucho, para que mi madre no note que estoy dejando de comer. Pero es que no lo soporto.
Fui a mi clase y después a otra, así toda la mañana. Después me fui a casa.
De camino, como siempre, estaban esos chicos que no me dejan en paz, y se empezaron a meter conmigo.
-¡Niñata!¡Gorda!¡Fea!¡Tonta!- Escuché.
Así eran todos mis días, siempre me dicen lo mismo.
Llegué a casa y mi madre me preguntó:
-¿Que tal?-
-Bien- Respondí con una sonrisa falsa en mi cara y me fui a mi habitación, y allí como siempre, me derrumbé...
Me acerqué a mi mesa y abrí mi estuche. Allí encontré mi afila, la cogí y le saqué la cuchilla.
La puse encima de mi brazo y me hice un corte. En ese corte pude ver la sangre recorriendo mi brazo y en esa sangre vi todos los insultos, golpes etc... de toda la gente que me hacía la vida imposible, me dolía el corte pero me daba igual, me sentía bien haciendo eso, así que hice otro, y otro.... Había encontrado una nueva forma de desahogarme.
Hice todo lo que tenía que hacer y salí de casa.
Camino por las calles con miedo a que me vean mis compañeros de clase y me gasten una de sus 'bromas'. Me voy escondiendo entre atajos que encuentro, pero a veces es inevitable no encontrármelos...
-¡Eih!¡Fea!¡Gorda!¿A dónde vas con esas pintas? ¿Al instituto?- Se escuchó una voz.
No sé de dónde venía, pero no me paré a mirar, seguí para adelante.
-¡Que coincidencia! Nosotros también vamos.- Se oyó otra voz. Esta vez más grave.
Intentaba no hacerles caso, pero con cada palabra yo me ponía más nerviosa y empezaba a caminar más rápido.
-¡No corras!No te vamos hacer nada...- Dijo otra voz distinta, riéndose.
Empecé a correr hasta llegar al instituto, y al llegar me encerré en un baño y empecé a llorar.
No soportaba aguantar eso. Todas las mañanas lo mismo, es horrible.
Me lavé la cara y salí del baño para ir a mi primera clase.
- Señorita Coraline, que sorpresa, como es de esperar llega usted tarde.- Me regañó mi profesor.
- Perdón, me he quedado dormida.- Mentí.
-Siéntese por favor.-
Me senté en la primera mesa, la única que quedaba libre. Se escucharon risas y la gente me empezó a mirar. Se estarían burlando de mi, como siempre.
El profesor se pasó toda la hora explicando, yo no entendía nada pero nunca preguntaba, por miedo a que se rieran de mí.
'RIIIIIIIIIIIIIING'
Sonó el timbre, lo que indicaba que tenía que irme a otra clase.
Por el pasillo choqué con uno de los niños que siempre me insulta.
-¡Mira por dónde vas gorda!- Dijo mientras me empujaba contra la pared.
'Gorda': Esa palabra, siempre me la dicen, siempre me lo llaman. He dejado de comer un poco, no mucho, para que mi madre no note que estoy dejando de comer. Pero es que no lo soporto.
Fui a mi clase y después a otra, así toda la mañana. Después me fui a casa.
De camino, como siempre, estaban esos chicos que no me dejan en paz, y se empezaron a meter conmigo.
-¡Niñata!¡Gorda!¡Fea!¡Tonta!- Escuché.
Así eran todos mis días, siempre me dicen lo mismo.
Llegué a casa y mi madre me preguntó:
-¿Que tal?-
-Bien- Respondí con una sonrisa falsa en mi cara y me fui a mi habitación, y allí como siempre, me derrumbé...
Me acerqué a mi mesa y abrí mi estuche. Allí encontré mi afila, la cogí y le saqué la cuchilla.
La puse encima de mi brazo y me hice un corte. En ese corte pude ver la sangre recorriendo mi brazo y en esa sangre vi todos los insultos, golpes etc... de toda la gente que me hacía la vida imposible, me dolía el corte pero me daba igual, me sentía bien haciendo eso, así que hice otro, y otro.... Había encontrado una nueva forma de desahogarme.
1ª Temporada - Sinopsis.
Coraline es una chica de 17 años. Va al instituto como toda la demás gente de su edad. Ella sufre todos los días, pero nadie se da cuenta .La gente que le insulta y le pega dicen que tan solo es una 'broma' pero a Coraline le duele de verdad. Esta harta de todo, no quiere vivir más. Pero con la ayuda de algunas personas, conseguirá seguir adelante a pesar de todo lo que le está pasando.
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